Antes del regreso a clases no olvide hacer una cita con el pediatra
Aunque no parezca muy urgente, un examen físico anual realizado por un pediatra es una parte importante de la atención de la salud del niño. La temporada de regreso a clases es un buen momento para incluir el examen médico en los planes de la familia.
Además de monitorear el corazón, la presión arterial y pruebas para detectar diabetes, el pediatra puede durante estas visitas anuales hablar con su niño sobre opciones para la dieta y el ejercicio, realizar chequeos de la vista y pruebas de colesterol y anemia.
La continuidad de los exámenes médicos regulares tiene un valor incalculable
Tener un historial a largo plazo de un niño o adolescente le da al médico el conocimiento del progreso del niño y el desarrollo en el transcurso del tiempo. Esto ayuda al médico a detectar problemas que surgen, así como a estar informado en detalle del historial del paciente en lo que respecta a enfermedades o lesiones importantes previas que el niño puede dejar de mencionar en el cuestionario del examen físico para deportes.
Examinar al deportista joven
El examen anual que el médico realiza a un atleta joven debe ser similar al de cualquier otro niño, pero la mayoría de los pediatras abordarán algunos temas deportivos específicos, incluyendo lesiones, programas de nutrición, entrenamiento y ejercicio e incluso aptitudes durante el examen.
Los chequeos médicos para el regreso a clases, como comúnmente se llaman, son a menudo la única oportunidad que la mayoría de los niños y los adolescentes tienen para ver a su pediatra todos los años. El examen físico anual le da al pediatra la oportunidad de hacerle al niño un examen físico completo y atender a cualquier inquietud emocional, social o del desarrollo que tenga. También es una buena oportunidad para abordar preguntas importantes, especialmente entre los adolescentes, incluyendo preguntas que los adolescentes tienen sobre el alcohol, el cigarrillo y las drogas, la actividad sexual y la depresión.
Lograr un equilibrio adecuado
Una infancia y adolescencia saludables requieren que haya un equilibrio en la vida familiar, escolar, actividades sociales, deportes y actividades extracurriculares. Esto no es fácil, sobre todo en el momento en el que el niño pasa por los años de crecimiento, aprendizaje, exploración y desarrollo emocional y físico. Y qué mejor razón que esa para apartar un día durante cada uno de esos años para que su hijo vea al pediatra.
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Si usted tiene una emergencia, llame al 911 o acuda a la sala de emergencia más cercana.
Fuente: bit.ly/2O0yEXN